Un buen objetivo

Hoy en la sala de profesoras y profesores nos planteábamos la cuestión importante de las diferencias que no podemos encontrar estos días con los padres de nuestros alumnos y alumnas. Es curioso comprobar como nos buscamos enemigos cuando la verdad es que ambos tendríamos que tener un mismo objetivo. Cuando hablas con los padres de nuestros alumnos es fácil descubrir que estos quieren que sus hijos e hijas sean felices y alcancen las mejores metas posibles trabajando y aprendiendo en el colegio. Desean que tengan los mejores maestros y un entorno que permita desarrollar sus capacidades intelectuales y físicas. Que crezcan y maduren para que puedan ser mujeres y hombres felices y realizados. Al escucharles no queda más remedio que darles la mano y decirles que tienen mi apoyo y ayuda pues yo quiero lo mismo para sus hijos e hijas, podremos quizás, no estar muy de acuerdo en los medios que tendremos que poner para alcanzar el objetivo pero coincidimos en lo importante. Para poder trabajar es imprescindible fijar objetivos comunes que utilizar y marcar las diferencias. Siguiendo las indicaciones blogueras que tan bien recreó Alorza (Alberto Ortiz de Zarate) en la presentación de su libro manual de uso del blog en la empresa, Enlazar, Comunicar y Compartir. Enlacemos a nuestros alumnos y alumnas con el mundo real desde un mundo de valores con responsabilidad y criterio, sin olvidar nuestra tarea de comunicadores y formadores reconociendo que los padres tienen derecho a una información real y precisa del la actualidad de sus hijos en el colegio. Y compartir, fundamental, tenemos que trabajar en el aula con las puertas abiertas para que se nos oiga y podamos oir lo que los demas hacen y que la voz de padres y alumnos acompañen nuestra tarea. Entre las perlas escuchadas hoy una me ha parecido especialmente preocupante: "Yo lo tengo claro y de mi posición no me mueven, no necesito oir a nadie para saber que es lo que tengo que hacer." (Sus clases tienen más o menos un 60% de suspensos)