PRIMERA REGLA DE LA COMPOSICION: SENCILLEZ

LA SENCILLEZ
Una fotografía tendría que tener un centro de interés. ¿De qué es la foto? ¿Es un objeto animado o inanimado ? ¿Es una fotografía de tus vacaciones o del trabajo? Esto tendría que ser obvio para cualquiera que mire una fotografía saber de qué es la foto y que ha querido contarnos el fotógrafo. Es lo que se denomina el centro de interés.
El centro de interés no tiene porque ser necesariamente lo que se encuentre en el centro de la imagen ni ocupar la mayor parte de la fotografía.
Es la primera y más importante regla de una buena composición, esto nos obliga a decidir antes de disparar el motivo sobre el que queremos tomar la fotografía. Todo lo que nos queda por hacer es enfocar el elemento sobre el que queremos centrar el interés y actuar.

Traspasando este ejemplo que ahora estoy utilizando en mis explicaciones de 4º de ESO a la practica docente me encuentro perdido por las exigencias que desde distintos ámbitos educativos nos llegan. Centrar el objetivo, enfocar y disparar el obturador se hace difícil cuando las exigencias educativas que nos piden son dispares, que si formar, educar, instruir... probablemente aspectos no muy diferentes y quizás lo fácil sería centrarnos en únicamente ayudar al niño a desarrollar sus capacidades a guiar su aprendizaje buscando aquello que le sirva a su formación, instrucción en definitiva su educación.