Academia y cambio conjugan mal

La universidad en tiempos de "El nombre de la rosa"
La universidad ha perdido el monopolio del conocimiento. Los profesores ya no somos los únicos depositarios del saber. La Red nos ha jugado una mala pasada. Ahora tenemos dos opciones: impregnar de veneno los teclados de nuestros jóvenes con la esperanza de que aún se chupen el dedo o, simplemente, asumir nuestro nuevo e interesante papel de mentores experimentados y acompañantes metodológicos, más preocupados en enseñarles a gestionar y completar el conocimiento disponible y a desarrollar su capacidad crítica que en enseñarles a memorizar unos conocimientos como si fueran una verdad única.

Encabezado de un más que interesante articulo de Imma Tubella, rectora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), publicado en la edición digital de el País/Educación. Y ante la nueva realidad de un aprendizaje conectado, en red el profesor como centro del conocimiento ha desparecido. Cuanto vamos a tardar en entender este cambio metodológico tan importante en el proceso educativo, y mientras tanto perdemos el tiempo en discusiones del tipo de si ponemos los exámenes en septiembre o en diciembre. O dudamos de las ventajas de utilizar el laboratorio en las asignaturas de ciencias porque entre que bajamos y nos sentamos, la practica y luego recogemos y limpiamos no hay tiempo para demostrar lo listo que soy.

Otra frase del articulo digna de añadir en la cabecera de cualquier claustro que se precie:

Desafortunadamente, academia y cambio conjugan mal. Ya lo dijo una ex rectora de la Universidad de Oslo: "Si quieres cambiar un cementerio, no puedes esperar gran ayuda de los que están dentro".