Y... la ría se contuvo

Veinticuatro horas seguidas de lluvia torrencial. Litros y litros de agua cayendo sin parar sobre Bizkaia hicieron que temiéramos que la ría se desbordara. Los que tenemos la suerte de vivir en Bilbao y mejor aún residir en el Casco Viejo nos acostamos siempre con el temor de que nuestra querida ría pase a visitar nuestras calles y casas. Los que vivimos aquellas inundaciones del 83 no podemos quitarnos de encima la congoja de vigilar la ría con el rabillo del ojo siempre que llueve mucho. Pero constato con tranquilidad y orgullo que nuestro ayuntamiento, el de Bilbao, también lo hace y ayer lo volvió a demostrar. Si yo miro con el rabillo del ojo a la ría el lo mira con todos los ojos posibles. Es posible que los sacos de tierra que puso por la calle ribera, en primera línea junto a la ría, no sirviera de mucho pero seguro que algo si o por lo menos tranquilizar. La limpieza de sumideros y evacuadores de agua es más importante y también cumplió. El agua lamió el borde en algunos lugares a su paso por el Casco Viejo pero no llego a salirse como adolescente disciplinado por el cauce marcado.